El compositor del renacimiento Luca Marenzio (1555-1599) eligió textos del „Cancionero“ de Francesco Petrarca. Los ocho Madrigali a quattro voci, Libro primo (1585) ofrecen con su sutilidad y ligereza un buen ejemplo de la calidad poética de la obra.

En sus Lieder im Freien zu singen extraídos de los opus 41, 48, 59, 88 y 100, y compuestos entre los años 1836 y 1843, Felix Mendelssohn (1809-1847) puso música a textos de conocidos poetas (entre otros Goethe, Lenau, Uhland y Eichendorff). Cada pieza canta distintos aspectos de las estaciones del año y la naturaleza.

Paul Hindemith (1895-1963), nacido en la región de Frankfurt utilizó para las Six Chansons (1939), en estilo neoclásico, poemas en francés de Rainer Maria Rilke. Estas composiciones muestran una gran fineza y transparencia sonora. El contenido de los textos aparecen casi como una pintura ante los ojos del oyente.

El composidor polaco Mieczysław Karłowicz (1876-1909) compuso en total 22 Pieśni (canciones), todas entre 1895-1896. De ellas, diez están escritas sobre poemas de Kazimierz Przerwa-Tetmajer. La atmósfera meditativa de sus textos está impregnada por una parte de nostalgia y dulzura interior, por otra de depresión y pesimismo. El arreglo musical para cuarteto vocal de Pere Pou Llompart se aproxima en lo posible al original escrito para voz y piano.

Detrás del pseudónimo J.H. Franz, el conde Bolko von Hochberg (1843-1926) se dedicó a la composición musical. Los Drei Lieder (Tres canciones) ponen música a poemas de Goethe de esencia romántica y naturalista. Gracias a la amable colaboración con la Editorial Musical André situada en Offenbach, el redescubrimiento de esta composición permite escuchar el encanto de estas páginas injustamente caídas en el olvido.